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El padrino de estos potros (dos machos y seis hembras) fue el rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza, quien ejerció su cometido ungiendo la frente de los equinos con Chardonnay de la patrocinadora «Bodegas Monjardín».

En el acto, junto al rejoneador estellés, se dieron cita varias personas de la cultura, deporte o sociedad Navarra o limítrofe. Así el deporte estuvo representado por el pelotari Iñigo Pascual, o los jinetes Jesús Garmendia y Andrea Romero; la cultura por el escultor Carlos Ciriza, el mundo taurino contó con el matador Francisco Marco, el rejoneador Mario Pérez Langa o el ganadero Miguel Reta. El Ayuntamiento de Estella, fue representado por su alcaldesa de Estella, Begoña Ganuza y el concejal de cultura, Félix Alfaro. También la Federación Hípica de Navarra estuvo presente en las personas de su presidente Patxi Jiménez y el vicepresidente, Ignacio Galarraga.

El acto presentado por el copropietario y veterinario de la Yeguada Haras del Sol, Francisco Ganuza, continuó con una breve intervención de Pablo Hermoso de Mendoza y un video sobre la yeguada y sus productos. A continuación se procedió al bautizo propiamente dicho y donde Pablo debía poner nombre a cada uno de los equinos. Es condición esencial que los nombres estén relacionados directamente con el mundo del arte o la cultura y que no sean desvelados hasta el momento del bautismo.

Fue en el instante del ungüento cuando Pablo desveló que las hembras serían bautizadas con el nombre de grandes bailaoras de flamenco como «La Negra», «Sarabaras», «Malena», «La Chunga», «Hierbabuena» y «Flora», «ésta en homenaje a su admirada y además amiga, Flora Albaicín», según dijo el propio Hermoso. En cuanto a los machos, se decidió por guitarristas, también de flamenco y aquí los nombres marcaban a los dos más grandes: «De Lucia» y el maestro navarro «Sabicas».

Así quedaron estampados por el propio rejoneador en sus respectivas actas de nacimiento y será como se conozcan en un futuro, esperemos que de grandes éxitos deportivos.

Todo finalizó con una comida en el propio restaurante de las Bodegas Monjardín, donde se degustaron los caldos y donde se obsequió a los asistentes con una botella tamaño Magnun recuerdo del acto y de los 25 años de alternativa del propio Hermoso de Mendoza.